23/2/11

Proyecto 1. Terminado. Pazuzu.




Pazuzu es una deidad mesopotámica. Representa el viento frío del noreste, y fue un demonio que traía a su vez la destrucción de los cultivos y demás creaciones del hombre. No obstante fue un demonio muy popular en su época, ya que poseía un atributo de carácter protector; especialmente para las mujeres embarazadas, porque Pazuzu es el enemigo directo de Lamashtu (raptador de bebés), y también era un protector sobre otros demonios. Así que por el siglo VIII a.C. la cabeza-talismán de Pazuzu era bastante popular entre los pobladores del vale del Tigris...
Su morfología, no escapa a las representaciones mitológicas de la época, y como tal, presenta atributos de animales, fantásticos, y humanos. Pazuzu tiene una figura antropomórfica, con cabeza media rectangular, con fauces caninas; cuernos de macho cabrío, torso y miembros humanos, y con terminaciones animales, con garras en vez de manos, y patas de águila en vez de piernas. Presenta también dos pares de alas, generalmente de águila, y cola de escorpión. Y quizás lo más llamativo es su falo con forma de serpiente, o directamente reemplazado por ésta.

Por mi parte, hay una fascinación estética desde el minuto cero con éste personaje, y por otro una asociación simbólica que le da un sustento como para que se transformará en u proyecto. Tomado como deidad del viento, pude acoplarle a Pazuzu una carga que va más allá de la historia y la mitología; o bien, agregarle una personal: El viento. No sólo el del noreste, sino todos los vientos y todas las sensaciones encontradas en él. Como tiene una dualidad benéfica/maligna, lo mismo sucede con las sensaciones.
Miedo, alegría, tristeza, anhelo, arrobamiento, soledad, encuentro.

Este trabajo comenzó por el 2009, y estuvo presente durante todo este tiempo, con periodos de mucha intensidad, como también periodos de vacío creativo, y nula actividad.
Y por fin, casi dos años después, luego de hacerlo/rehacerlo casi (seguramente) más de 500 veces, entre idas y vueltas, llegué a la imagen definitiva y personal, que creo que respeta bastante la interpretación mesopotámica.

Pazuzu, está terminado. Sólo resta tatuármelo.

Saludos a todos.

Nahuel.




Pazuzu.